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domingo, enero 29, 2006





yo, protozoo
me concierne
la única salida a la única verdad mesiánica
altera la conditia vitae

pérfido concluyo sin más que hiel
entre los dientes amarilleados del tabaco
un fiel autopase de cordura
un fino hilo rescatado de la calle
mantiene conectividad a la red real
sintaxis inaudita apenas orgánica

apenas he reducido
a profundo mínimo
la actividad de alma
(una vez ingerí semillas de una planta
que aun desconozco
con sabor a almendras
y sugiero que me apagó el alma durante un día
para lograr
gloria en mis ojos ajenos)

apenas asimilo otros fluidos
influido en esta nueva gestión…




G. G.
28/01/2006 4:55 AM

jueves, enero 26, 2006

poca foto (ningún intento hay aqui depublicidad, pero así llegué..)

El perro de Constanzo



A casi trece años del suceso reconoció que lo había hecho.
Durante casi trece años miró a la cara a los más cercanos de la víctima durante todos los días.
Ese día decidió que era hora
Los reunió a la hora más propicia, a la noche, a la hora de la comida.
A la hora de la cena estaban todos sentados en la larga mesa.
Mesa donde tres generaciones formaban una gran familia.
Padres, hijos y abuelos y otros parientes.
Doce familiares lo miran esperando aquello que va a comunicarles.
El mira a sus doce familiares que de alguna no son tan suyos, pues él fue abandonado en la puerta de la iglesia y adoptado por ellos.
Mira a los once pares y medio de ojos, pues el tío Ramón solo tiene uno por la glucemia, luego mira el florero en el centro de la mesa con flores plásticas de rosas rojas, entonces toma aire y levanta el rostro hacia ellos.
Humildemente les dice a los once, porque la abuela Mirta ya dejó de oír, allí reunidos que doce años atrás, y en un rato serían trece, el había sido el autor de la muerte de Carlitos.
Se cansó de Carlitos.
Y lo mató como quien apaga una radio cuando se cansa de oírla.
Lo mató a Carlitos Constanzo de un cascotazo.
Le pegó un gran cascotazo en la cabeza, dijo, mirando a los diez que lo miran de diferentes modos pero con cara de asco e incredulidad mayormente menos la abuela Mirta que, sorda, piensa que recita unos versos y le sonríe beata, y el abuelo Paco que antes de terminar la frase está dormido en la silla.
Pero Carlitos no sintió nada, les dijo, porque la piedra era casi tan grande como su cabeza.
Luego del golpe ya no se movió más, ni se quejó, ni respiró, ni corrió más bicicletas, ni ladró más, ni le mordió más los tobillos ni nada de lo que Carlitos ni ningún otro perro hace después del cascotazo que le dio ahí, en la vereda de enfrente.
Trece años esperó para decirles que era el asesino de Carlitos Constanzo.

No había incluido esto por considerarlo un poco denso, pero me estoy un poco haciendo cargo de esta realidad y bueno, es algo que me salió de encima.
Julio del 005.

domingo, enero 22, 2006

En Marbella, la marca de la Patria

Breve extracto de un largo texto llamado algo así como "semáforos en frac". Creo que del ´98.

Es cuestión de lavatorios y bidets la lisonja que se desparrama entre tu coño y mi pija, diferentes alturas de semejantes diferencias invisibles a la inculta rigidez de la moral protagónica. La sinonimia desencajada y brotada como almácigos de la sutil entereza de tus manjares. Dúos orgasmos avalan la perpendicularidad de las acciones que te respondo a bocajarro, a besos, a mareas, a cosmos, a flores de tus miasmas internas, intensas, sacrílegas, macedónicas, formidables! Y para colmo extranjero, en ese país tuyo, estoy sin documentos ni visa.
Entonces le rezongo a la tina que te llueve, letárgica entre rumbos de icebergs en tu quilla almada, la descontrolada mansedumbre que anquilosada me permite cabalgar, impertérrimo, austero, vil y caballero dentro del aposento caprichoso de tu sexo cada noche de eclipse. Sólo las noches de eclipse, esas pocas en que la Luna se intrapone imposibilitando a la luz que tatúe de escarnio a tu marido, el de coz de burro, el descansador de semáforos, el juntador de papelitos de colores en las plazas aciagas, el vigilante de la firmeza de los pararrayos, el maquillador de avenidas ováricas, el que teme que las plantas crezcan entre los carpos de sus piececillos entalcados después de intentar fútilmente resucitar, el mismo que paga el sexo con el semen que cree deber a la vida que no da. olvídalo por un rato mientras después de darte tus merecidos azotes, y tu unción de éxtasis, y lo necesario que te haya mandado el “Jose”, de entre mis manos se desgranen flores de Edelweiss para alegrar la estancia alegre de tus ojos alegres, de tus dientes alegres, de tu rostro alegre, de tus dedos alegres, de tus pechos alegres, de tu cuerpo todo y alma enteramente parida en millones de únicas células todas ellas solas y tuyas, que te son vos, para mí y todo, ahora, en vivo, y para el tren ese que conocés, el de las tardes que dejás de agradecer grises.

viernes, enero 20, 2006

Vizcacheando




Rodeando la vizcachera para hacer unos tiros apoya el Winche para cruzar el alambrado y cuando levanta la pata éste se desliza y el ojo negro del caño le apunta y hace clic y una chapita le sube lenta hasta el ojo
Luego silencio, la noche y las vizcachas que arrastran basura y yuyos a la vizcachera y el cielo moviéndose y de repente caber en el hueco y las vizcachas con dientes rojos lo miran sin que pueda él ya sentir un músculo aparte del ojo

G. G.
10-005



Un breve robo-homenaje a Quiroga, que me perdone su madre, no su estética.

Imagen Nª 6667724435928840312255377 Clima Insistente. Posibilidad de Chaparrones. Presión 1004 Hepto Pascales

Básicamente el anacoreta infringió su poca Ley




Mirá. He dicho mucho. He contado tanto que la cuenta se pierde. Y queda tanto que esta vida queda minúscula si lo quieres detallar con palabras. Miento, pero sé cuánto he contado de corazón y cuánto de ejercicio, relleno y soporte o mascarada para que definidas cosas redunden con el brillo extraño que las caracteriza.
Pero es que hablaban en sueños, y yo escuchaba entre ellos, a los cientos de personajes que he creado. Reunidos en una especie de mitin medio trucho dentro de una gran construcción de mi mente entre un ambiente fiestero y decían, y decía a los gritos yo en plena facultad autocrítica, de la supuesta superficialidad de la imaginería adosada a la mayoría de ellos. Entonces, como de ninguna nube o cosa extraña, ella aparece en escena dentro del sueño. Aparece e involuciona todo el asunto. Porque ella lleva la delantera, sabe del impacto de su entrada y de sus formas. Ella tiene lo que hay que tener en un sueño, imagínenlo. No puedo describirlo por la simple razón que sería el mío y no el vuestro, además para los sueños no suelo recurrir a estereotipos. Entonces ella llega. Llega y desploma el asunto, lo vapulea miserablemente con un par de movimientos de caderas y bamboleos de sus grandes ubres saladas. Todos acusan un retrógrado estado de infantilismo y la juerga se torna insoportable y me salgo porque una mina para todos los que estamos ahí es medio poco a mi parecer. Entonces dije que me salgo. Y despierto. Despierto y estoy en una cama que no es la mía. Y adivinen qué? Ella esta ahí, a mi lado, apenas los pies cubiertos por una sábana. Ella, la del sueño. Gira, me mira entre los vahos de la resaca del sexo, y se pone a gritar! Hace que me desconoce y llama a la policía y que quien soy y todo eso y yo corriendo por los ascensores y pasillos como un romano envuelto en la blanca sábana que lleva sus aromas más inconfundibles. Un guardia de seguridad intenta detenerme y con un torpe y rápido movimiento lo desarmo. Lo amarro con sus esposas a una columna corintia y destrozo el handie contra un fresco de Baussmann. Son las apenas las 5 de la mañana y estoy huyendo de una cama, desarmando a un agente de seguridad, solo me queda encontrar a Marlon Brando en la puerta del edificio de donde salgo huyendo.
La puerta de la que huyo comienza a llenarse de gente, gente conmocionada de camino al trabajo ante un hombre golpeado y maniatado. Algunos seguro estan llamando a la ley. Me desaparezco entre las pequeñas entrañas de las calles. En la oscuridad estoy vestido como un fantasma y cruzo a un tipo que mira raro, quizás también haya escapado alguna vez de una cama vestido solo con sábanas. El tipo mira raro, y le sigo la mirada, la capucha que le cubre la cabeza se retuerce como lleno de cabezas de serpientes y no me sorprende, en este juego irreal ya nada tiene la desventaja del temor a lo desconocido. Entonces su mirada, mirada que debería convertirme en piedra, solo me observa. El tipo, que no es tipo, sino el personaje mitológico femenino que se llamó en sus épocas Hidra, ya es solo un viejo reflejo de lo que entonces fue. Su rostro femenino denota un ancestral cansancio, el cansancio insoslayable de la eternidad obligada y llevada a rastras desde el inicio de los tiempos. Y no sé por que me apiado. Me entra en el cuerpo una cosa profunda como la piedad, algo que había considerado excluido en la lista de sentimientos y le ofrezco el brazo. Del brazo me arrastra por oscuros pasillos por donde la oscuridad es la más absoluta de las formas y los sonidos existentes allí calan mis oídos con infrecuentes entonaciones.
He dicho mucho, y he escrito otro tanto, veraz, fantástico o lo que fuere, pero me es difícil contar lo que sucedió al encontrar el sitio que buscaba entre esos penosos pasillos de la mente mi compañera. Lo dejo a vuestra entera disposición, pero imaginaos algo que no lleva palabra alguna y no obstante resume todo. La locura más absoluta y descabellada es nimia ante aquello, pero debo agregar que por un momento, solo y durante lo que dura un deseo, ella me hizo sentir su rey.

miércoles, enero 18, 2006

Proyecto Fotográfico Nº 2

Desde la salida del cine de Estepona.

Necesaria la luz del día pero cubierto el cielo para asimilar la congoja que me produjo aquella imagen.
necesario un 28 mm, sino un 35 puede llegar a alcanzar.
Horizontal sería lo apropiado del ángulo, no dejar de intentar verticalmente.
Diafragma mínimo 8 u 11.
Trípode.
El objeto es el frente de una casa, en estado semiderruido, con antenas por detrás y a lo alto, la calle en pendiente la cruza con un espejo convexo (¿)
que mira a la derecha una flecha de dirección obligatoria, sí
Por detrás un cielo, que sea plano o nuboso, pero gris, necesariamente gris o intensamente plano, pero fundamentalmente gris para evocar el momento que descubrí el sitio.




G. G.
A cualquier gilipollas que encuentre intentando usufructuar este proyecto de imagen le pagaré por un buen resultado.
martes 25-octubre-005

domingo, enero 15, 2006

..magen...(sic)

A Queen everlast don´t forgive to me, and she suck my "piruletas"

A rendez-vouz

delicado equilibrio concedido a última hora


Mirá a los lados
ya no es necesario buscar más
La imagen compartida por los cristales
alguna pista te puede dar
quizás no sos lo que buscás
en otros reflejos


Mirá a los lados
Verificá en que planeta hoy estás
quizás la gente que duerme cuando vos merodeás
te pueda contar de los hijos que perdieron
y los que tu apagaste en sórdidas consultas de raspaje


Mirás los lados
En uno la playa
En otro el mundo urbano
que existís
hace años
y jamás lograste asimilar
como vago de profesión
con aspiración a burgués


Ya está
Lo has logrado
Has asesinado tantas botellas
Tantos ojos curiosos en bikinis
Tanto pelo con Track 2
Te dormiste con punk en la cabeza
con blues de sábana
rock stone como almohada
y un Mhaler que fichó mal de frazada


Sólo resta adivinar
la hora del despegue
y que todo sea en silencio
como aquella vez
que paseamos por la Luna


G. G.
15/01/2006 4:33 am

domingo, enero 08, 2006

Transition year

(Dentro de los mortales efluvios que atraviesan las resacas fiesteras del fin de un puto año éstas son algunas de las cavilaciones por donde atravieso. Lo mismo advierto que éste es el que en mejor estado anímico se encuentra, los restantes son odas populares para tus vírgenes suicidas)



Basándome en el i ching algunos momentos fueron del talante de un preaviso, aunque inmune a ello basé siempre en la tozudez mis presagios y metí máquina vapor hacia delante, no miré a los lados ni medí consecuencia alguna, solo encaré absolutamente todo lo que se cruzó de la forma que lo he hecho y sigo haciendo, tomando alguna tangente y nunca directo al grano, pero es lo que hay
Decía algo de un carro tirado por bueyes el i ching, una transición con una carga pesada hacia algún otro sitio
Y lo fue. I´m in Spain. Se me ha dado el deseo de los 8 años anteriores. Cargo equipaje de mano en un campo de batalla adonde es imprescindible iniciar el levantamiento desde los mismos cimientos una historia diferente, como si el destino no fuera mas que aleatoria e innecesariamente una sabia decisión, pero algo similar a la dejada atrás, solo cambia el aire que la rodea y la perspectiva, sin embargo adyacente a eso he encontrado una cosa que buscaba y ya no estoy seguro de ansiar como antes, aunque tal vez si, que es el anonimato de confundir mi persona humana entre las manifestaciones de otros no muy diferentes a ti.
G. G.
6 o 7-1-006

Cabayasca marineas (descubierto en muelle de Marbella junto a Tía Nora)

la cualquier cosa (2º Parte)


Pudo haber sido cualquier cosa. Parte 2

Pudo haber sido cualquier cosa. Pero que el niño haya arrojado aquello contra la luna del escaparate de ropas para niños y justo a su cara voló el objeto que parecía un auto de juguete, un pequeño Mercedes Benz blanco, que quedó a sus pies junto a miles de brillantes trozos de cristal. Nada, pensó, un accidente. Pero el niño lo miraba con algo extraño en los ojos, como sereno y calculador, como con una fría advertencia, algo que para un pequeño de no más de cuatro años era demasiado. Y se fue, con esa mirada recorriendo su mente de camino hacia donde antes iba, a por unos trámites, pero transitando entre un sueño y una idea que no le cerraba.
Se sentó en un café. Miró el reloj. Apenas habían transcurrido dos minutos desde que salió de su casa. El periódico mencionaba algo de un accidente aéreo y una inundación, los chistes de última hoja apenas lo hicieron acordarse que eran chistes de última hoja. Resolvió el crucigrama como le gustaba. Inventando las palabras, que finalmente coincidían. Y coincidían. Y las palabras remarcadas donde normalmente va una frase famosa decía "Mira la hora otra vez". La miró, y algo cambió aún más. Dos minutos desde que salió de casa. El café que había tomado haciendo el crucigrama no estaba. Miró la página abierta del periódico y éste sin resolver. Dejó un Euro sobre la mesa y se levantó. Volvió. Pasó junto al escaparate y el cristal ya estaba colocado. Miró hacia el interior y un blanco objeto con forma de Mercedes Benz blanco iba camino a su cara estrellándose contra la pared mineral del cristal que estalló. El niño lo miraba y sonreía. Los niños y los locos siempre llevan la delantera en un par de cuestiones, pensó.


G. G.
4.1.006

lunes, enero 02, 2006

una imagen acorde al ambito español

Primia reflexia ergo sum (o lo que da igual, primera cuota del 2006)


Leo por estos días a Cortazar y su Rayuela. Y pienso que uno atravesó la misma lógica que este héroe literario. Uno también surcó la simiente de un París interno bajo la servicial óptica de un alter ego troyano como Oliveira. Hoy bebo mate en la Costa del Sol y me atraviesa a gritos la morfología urbana y sus culturas, pero en un mundo que gira indefectiblemente alrededor del mate, que los nativos de aquí ven como un caldo indígena pues no saben lo que es compartir, pinches guajiros.
He redescubierto a Cortazar luego de flirtear con él y Paula allá por el 94. Una época plena de concretismo, de un realismo exacerbado por lo místico más que por la magia misma aunque ésta nunca ha dejado de estar ausente. De esos momentos corresponde "semáforos en frac", un texto que realiza una hipérbole arraigada en H. Miller, en Castaneda, en la antropología de Levi Strauss en Vian y Bukousky entre los malditos. Años de escritura bajo el seudónimo de el Marino Errante, bautizo prologado por Mrs. Piepoch, de la que recuerdo sus sabias apoyaturas, de que si escribes como Borges o Cortazar eres un escritor, y bueno, ajeno a comparación alguna uno soslaya la cobertura de su área de acción y corre junto al viento mas favorable. Viento o influencia. Influencia o imprudencia. Imprudencia o la más acertada línea de acción dentro la limitación que uno encuentra en sus búsquedas a la hora del mate en la madrugada del 2006.



G. G.
2.1.006