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sábado, diciembre 03, 2005

Mala leche S. A.

Ojo! Que lo único que intentaba era..
Bueno acaso importa ahora?
Escuchame, no me mires. Mirá. No, no mires, imaginate esto.
Alguien frente al espejo intentando con un objeto sólido quitarse una molestia en el ojo. Frente al espejo, a diez centímetros de él. Con una mano que sostiene el párpado inferior extendido hacia abajo, y con la otra sostiene el tapón de una lapicera, el capuchón, intentando con toscos movimientos quitar un trocito de ceniza que le saltó del cigarro.
Y Ojo! Que lo único que intentaba era solo…
Bueno, acaso importa?
Un día cualquiera, esta persona que ahora llamaremos por ejemplo Sergio, si, Sergio tiene ese perfil de persona que se vacía el… bueno, Sergio entonces está en su casa, ha regresado del trabajo y está en casa, su mujer no está, los niños tampoco, poco importa el entorno, pero si vale saber que esta viendo unas páginas de pornografía en internet y fuma un cigarrillo luego de hacerse una paja en una servilleta de papel frente al monitor. Sergio fuma un cigarrillo mirando pornografía y del cigarrillo salta una brasa que le da en el ojo. Sergio putea mientras se refriega el ojo porque le arde y siente algo dentro. Se mira frente al espejo del living y nota un puntito negro sobre lo blanco del ojo. Sobre el mueble a su derecha hay una lapicera BIC. Le quita el capuchón y intenta toscamente quitarse eso que le hace arder y se espanta, porque ha dejado el ordenador y escucha los gemidos y allí dejó las servilletas con esperma regadas por donde los niños andan, cuando entra su mujer con los niños y lo encuentran frente al espejo gritando con la camisa manchada de un blanco líquido esclerótico.




G. G.
02/12/2005 2:30

un poco ciego mundo clandestino

yo
quemaría tus coches
enrollaría los semáforos
asustaría tus niños
correría en la sombra de la noche
tras tus cosas olvidadas
llenaría tus fuentes de espuma
confundiría tus antenas de tv
descalabraría tu orden
con simples actos superfluos
hablaría a tus vecinas en los mercadillos
haría pintadas en tus muros
pregonaría tu insensibilidad
pero jamás se comprendería
ni siquiera
la injusticia de mis actos