Estoy parado en la ducha meando en un baño donde no entro ni erecto ni nada cómodo pero hay una pequeña ventana desde donde veo el mundo como por primera vez cada día, y cada día es algo diferente, mas cuando despierto y acabo de mear, pues debo dejar de hacerlo para poder ver el mundo a través de ella.
El flaneta, así como lo ves desde
G. G.
el Farolito, Marbella
septiembre de 2007