Un frente con la espuma sobre el borde mismo del fondo del horizonte enajenado por el color plomo de la propia tormenta prefijada entre las subrepticias consolidaciones entre las horas quinta y sexta o en las luces plenas y últimas antes la caída del astro Rey. Del plomo color de la tormenta decía, del color sobre lo final, sobre el final de la imagen y su impresión de agonía sobre el borde de espuma de la playa, la blanca línea móvil junto a su sonrisa coleóptera vagando inexorable hacia la cámara.
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22.10.06