Me dejaste pensando, princesa esta noche en la que sueño que llueve y no llueve, en esta noche que pienso que tengo sexo de todos colores y sabores entre sexos diferentes sin clases, en esta noche que extraño como a otras noches en las que son válidas miles de sensaciones diferentes a esta de un desasosiego algo alarmante y centrífugo que arrastra los días sin mas que poco gusto a vividos.
Me dejo de idioteces y sigo con otras, te decía e insisto en esto de cual es ese texto que no recuerdo y estoy buscando un poco esta madrugada que apenas llueve y todo lo otro mientras el mundo se encamina a ser mundo sin ton ni son.
Continúo entonces bajo lluvias pocas buscando las notas para que esto tenga la imprecisión que precisamente Mozart intentaba imponer a los sonidos eventuales de su momento con aquello que intenta comunicar.
E insisto, bajo 14 gotas por metro cuadrado buscando entre retorcidos pensamientos poco arquetípicos que decirte respecto a aquello.
Es más, ya dejo de insistir y busco sin dejar de encontrar otros retazos incolumnes.
Son casi las 2 de la madrugada y no encuentro nada parecido, ahora te entrego la posta y doy permiso para que busques aqui lo que creas valga la pena. Te dije necesitaba una editora y mas que una editora una secretaria que me dé una mano y un pete cada tanto para levantar autoestima o alguna idea de hacia donde noquear. Recuerdo aquel dato que me diste y estoy trabajando en ello. Pero tal vez deba estar alli en medio de la lucha en vez de estar aquí en esta especie de languidez improductiva.
Mi Reina, en tus manos mi reino.
Mi Reina, te dedico los pensamientos de esta noche de suave lluvia.
Te dije cuanto admiro la lluvia?
aqui todo estado es desierto
G. G.
3.5.006
2.33 a. m.
