Los siguientes y anteriores textos e imagenes pueden herir la susceptibilidad de personas susceptibles, ante eventuales quejas ruego disculpen y sepan comprender que ni mi, ni su período de vida es color de rosa. Siempre echo en cara el ejemplo de E. A. Poe, un incomprendido. Ahora odio las comparaciones, pero miren bastante más abajo en este blog si quieren cantos a la vida. Ah, y por favor no recomienden esto a cualquiera. Además, esto esta por cerrar, cansado de banalidades. El autor
sábado, junio 16, 2007
lunes, junio 04, 2007
Like a elephants party II
los dientes a punto de estallar
vibra así, todo
he muerto unas tres veces diarias durante 54 días en cada uno de los 33 años que veo desde estos ojos
y volver a despertar esta mañana
como si la conciencia de las formas sirviera de gran cosa
y allí delante de esa gran pared de agua mediterránea
algo espera inminente que ocurra en este instante
para sacar el cuerpo de su torpe nostalgia
abrir el temblor en la piel
es algo relacionado a lo excepcional,
sabes?
no doy mucho crédito a esto
pero también esa cosa en los dientes
ese fino temblor en las raíces
que poco se parece a esa lluvia en la ventana
Pero…
si ya he muerto tres veces diarias unos 54 días al año
durante 33 años
por qué esto?
Por qué esta mañana desperté,
otra vez muerto o apenas moribundo,
sentí vibrando todo otra vez?
No hago nada para evitarlo
ni siquiera para lograrlo
Tampoco he dejado de estar solo
y en paz
con el mundo, con todo..
Con todo..
Pausa.
Difícil explicar el silencio.
G. G.
Marbella, 4.06.007
Hormiga en la fiesta de los elefantes
Las máquinas y sus objetos
Observo, no sin cierta perversión, como la taza de té se balancea sobre mis piernas en un ángulo imposible desde una mano extendida e insegura. Claro, observo aquel equilibrio perversamente, como deseando que caiga, que fuera un disparador, un detonante, algo que me haga salir de aquel letargo en el que medito sin pensar en poco más que nada, aún sabiendo, más perverso incluso, que ella me dice algo a unos pocos centímetros del oído, algo a lo que no presto atención, o mejor dicho, hago gran esfuerzo en no entender, ni siquiera me percato de los sonidos aunque la TV está encendida y había música ambiente aquí dentro, solo percibo el histérico tintineo continuo del borde inferior de la taza sobre el platillo cuadrado en la mano sobre mi pantalón claro donde reposa, lánguido y estrujado, el saquito de aquella infusión de hierbas y frutas. Al fin una mano reacciona y se impone al bloqueo de aquel universo cuando mi mano toma la taza y la apoya sobre la barra, entonces los sonidos regresan y el vaso vuelca un trago de cerveza en mi boca desde mi mano algo más despabilada y observo, muy cerca del final de la tarde, esa espalda con sus seis lunares extendidos hasta un interesante culo decirme hasta loho cruzando la salida.
G. G.
Puerto Banús, 25.05.007
viernes, junio 01, 2007
La pérdida de lo sentido
Perdí el sentido.
No fue un desmayo. Ni una caída. Nada de eso. Tampoco perdí el sentido. Perdí los sentidos. Fue solo unos momentos. Tal vez 3 años. ¿Cuánto es eso en una vida? Una infinitesimal porción. Durante ello no hubo sensaciones táctiles, ni sabores, sonidos, olores o imágenes. Aunque hubo todo. Nada. Totalmente despierto pero inerme esperando que esto pase en medio de un torbellino de ideas ninguna de ellas original. Hasta pensé que estaba en el Limbo, si es que aún existe.
Ya te digo, todo muy fugaz.
Pero aún estabas.
G. G.
Marbella, 17.04.007
(She is like a rainbow)
Nena,
es que ahora te oxidás
Antes pedías poesía,
también dijiste,
cosas bajo la lluvia
sexo, lecturas u otros caminos
Se acaba la poesía en las personas?
No leo las guías de usuario
pero te oxidás, nena,
despacio algo ocupa tu piel, tu humor
Algún árbol se desangra en el color de sus flores bajo las farolas
camino bajo la lluvia
canto una vieja canción de los Stones y
comienzo a pensar en otros mundos
mirándonos a los ojos perdimos algunas civilizaciones
nada como el primer día de nuestra vida, verdad?
esa sensación de tanto aire junto
G. G.
Estepona, 1.05.007