Fue el día que la mujer murió jugando en el casino.
Desperté pensando eran las 12 del mediodía y miré el reloj. Todas las agujas indicaban las 12:00:00. Que loco pensé. Y me levanté.
Más tarde me di cuenta que no tenía fuego. La noche anterior rompí el encendedor que tenía y compré uno antes de comer algo por ahí.
Por la tarde eché una siesta y desperté pensando que eran las 4: 44. Y lo eran cuando miré el reloj. Es demasiado, pensé.
Un pájaro golpea el pico en el cristal de la ventana y se va.
Por la noche en un cyber alguien dijo que una mujer murió jugando en el Casino.
Más tarde, en el trabajo, encontré dos encendedores y al salir una chiquilla me esperó para ir por una copa.
Ella derramó unas lágrimas cuando lo hicimos. Sos tan dulce, me dijo. Y se fue.
En la lotería no salió nada de lo que aposté.
g. g.
15.01.006
1 comentario:
Miro y leo. :)
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